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Necrosis Pulpar

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¿Notas que alguno de tus dientes está más oscuro de lo normal? ¿De casualidad el cambio empezó luego de recibir un fuerte golpe en la boca? Esto se conoce como necrosis pulpar, también conocida como gangrena pulpar.

La necrosis pulpar, ocurre como consecuencia de alguna inflamación aguda o crónica iniciada en la corona del tejido pulpar y se extiende hasta llegar a la pulpa radicular. Se podría decir que muere la parte interna del diente, llamada pulpa. Esto podría ocasionar un dolor intenso o incomodidad en la persona que lo padece.

Esta afección de la estructura dental puede ser total o parcial, dependiendo de qué cantidad de la pulpa dental se ve afectada. Los productos resultantes de la necrosis son tóxicos, por tanto, ocasionan la inflamación de los tejidos.

A pesar de que la necrosis es producto de una inflamación, también puede presentarse por traumatismos en los que la pulpa dental puede ser destruida antes de producirse alguna inflamación. La sangre se bloquea de manera instantánea luego de un fuerte golpe.

Causas de la necrosis pulpar según sus tipos

Las causas de esta afección están estrechamente relacionadas con los daños hechos a la pulpa dental, ya sea por bacterias o toxinas, o por algún trauma o irritación causada por químicos.

Sea cual sea el caso, las causas corresponden al tipo de necrosis, los cuales son:

Necrosis aséptica o necrosis por coagulación

Esta se produce cuando hay una disminución o un bloqueo total de la circulación de sangre, a lo cual se le denomina isquemia, y es ocasionada comúnmente por recibir fuertes golpes en el área bucal. Este tipo de gangrena no suele causar dolor.

Necrosis séptica o gangrena

En este caso, la causa de necrosis es la colonización de bacterias y se asocia con una vascularización buena y grandes cantidades de exudado inflamatorio.

Normalmente, esta condición inicia con pulpitis, que es la inflamación de la pulpa del diente y puede llegar a causar gran dolor e irritación. Si la pulpitis persiste y se profundiza, puede comenzar a matar las células presentas en la pulpa, hecho que causa la necrosis.

Síntomas de la necrosis pulpar

El principal signo de la presencia de necrosis dental, si no hay infección, es el cambio en la coloración del diente. Este pasa de tener un color blanquecino a tornarse amarillento o, incluso, negro, café o grisáceo.

Este cambio es consecuencia de los residuos tisulares que se encuentran en descomposición y de los productos de la degradación de eritrocitos, los cuales penetran en los espacios abiertos de los túbulos dentinarios que se encuentran vacíos y terminan por distribuirse a lo largo de toda la dentina.

Cuando el diente pierde la vida, ya no puede rehidratar la dentina y esto provoca que se vuelva más débil y propensa a fracturas y grietas.

En ocasiones, el paciente puede presentar episodios de dolor espontáneo o molestias en el diente afectado, o dolor cuando este es presionado.

Cuando la necrosis pulpar se da de manera parcial, puedes sentir dolor leve cuando sometes la parte dañada a estímulos térmicos. Esto es resultado de la presencia de terminaciones nerviosas aún con vida en los tejidos próximos inflamados.

Hay pacientes que desarrollan abscesos o algún área dentro de la mandíbula se llena de pus, lo cual resulta ser muy doloroso. La hinchazón y sensibilidad se puede notar en el lado de la boca que está siendo afectado y presentan problemas para comer, pues el dolor asociado es muy fuerte.

Una complicación que presenta este problema en la estructura dental es que si no se trata puede ampliarse por el agujero apical, causando la inflamación del ligamento periodontal y produciendo de ese modo una periodontitis apical aguda.

Tratamiento de la necrosis pulpar

Antes de aplicar cualquier tratamiento es necesario realizar un diagnóstico para confirmar la presencia de necrosis. La prueba de diagnóstico más común se basa en tocar de manera suave varios dientes ubicados en la zona afectada con un instrumento, llamado romo.

Si presentas algún dolor cuando el diente está siendo golpeado, significa que estás experimentando necrosis pulpar. Cualquiera que sea el tipo de gangrena pulpar, el tratamiento de los conductos radiculares es el método más idóneo para su erradicación.

Si te realizas una endodoncia a tiempo podrías evitar que la gangrena se extienda y salvar al diente que está siendo afectado. Este procedimiento es muy sencillo y se basa en la eliminación de las partes blandas del diente. Así, podrás frenar la necrosis y evitarás la extracción futura del diente.

Debes tomar en cuenta, que este proceso sólo puede ser realizado por un especialista en endodoncia. Además, es él mismo quien se debe  cerciorar del diagnóstico correcto de la afección, debido a que si se realiza la endodoncia en pacientes que no presentan necrosis, correrán el riesgo de perder el diente.

Cuando la necrosis pulpar está muy avanzada, la única solución es la extracción del diente. Si los dientes no tienen el ápice lo suficientemente maduro, antes de emplear la endodoncia es necesario aplicar hidróxido de calcio o MTA, para procurar el cierre apical.

En algunos casos de necrosis pulpar se requiere la ingesta de antibióticos específicos para las bacterias causantes de la afección.

Es de gran importancia que atiendas de manera rápida los casos de necrosis pulpar, ya que pueden dar lugar a complicaciones graves, como la propagación del tejido inflamado y moribundo a través de tu boca. Además, si tienes abscesos estos podrían romperse y correrías el riesgo de tener una infección profunda o daño óseo permanente.

Así que, no esperes más. Si presentas los síntomas descritos y aún no has acudido con un médico especialista, es hora de hacerlo. Quizás aún estés a tiempo de recuperar tu pieza dental y lucir una sonrisa de película.

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